Tubilla del Agua

Tubilla del agua es un coto sin muerte situado en la provincia de Burgos, entre las localidades de Tablada del Rudrón y Covanera, por este coto de 6,5 kms discurre el Rudrón, río frío donde los haya y principal protagonista del interesante libro de Miguel Delibes "Mis amigas las truchas".
El limite inferior de este coto se sitúa entre los términos de Tubilla y Covanera y el superior en la zona de baños de Tablada del Rudrón.

Para acceder a el limite inferior uno ha de salirse de la carretera en dirección Burgos a unos 300 mts de Covanera, se ve la carretera antigua y después de esta existe un camino angosto y "rallacoches", unos 200 mts después esta la tablilla que marca el límite inferior, en este coto solo pueden pescar 6 pescadores por día y tan solo esta permitida la mosca artificial.

Es un coto peleón como el que más y nos podemos encontrar en sus frías aguas corrientes de película y amplias tablas paradas, para que el más fino pescador goce pescando unas aguas paradas que parecen de cristal, esa es precisamente una de las peculiaridades del Rudrón sus transparentes aguas dejan boquiabierto a cualquiera y la zona en la que se encuentra es envidiable, cerca de alli podemos contemplar el pozo azul y la maravilla hecha pueblo en Orbaneja del Castillo, os remito a conocer ambos lugares si no los conocéis.

Después de esta introducción, que va a ser una constante en las entradas de cotos, os relato como fué nuestro día.
Llegamos al coto a eso de las 8 de la mañana después de cambiarnos nerviosos por el comienzo inminente de la temporada afrontamos el río cerca del limite inferior, en esa zona se suceden las aguas rápidas con pequeñas zonas mas tranquilas, el agua bajaba helada muy muy fría, nosotros con nuestro equipo de mosca empezamos a temer por el día, rimoskero empezó con la ninfa y yo me puse con el tándem, sin movimiento alguno, seguimos pescando al agua avanzando poca a poco el río, una hora mas tarde empezamos a ver moscas emergiendo cogemos una y vemos que es una baetis rhodani, antes de que nos diésemos cuenta estábamos en medio de una eclosión impresionante de rhodanis aún así ni una cebada, evidentemente sacamos nuestras imitaciones de rhodani en todos sus estadios y un par de lances después Rimoskero clava una preciosa trucha en un idílico marco, fuera mosca y al agua, como por arte de magia la eclosión acabo y la mínima actividad también.

Seguimos pescando y llegamos a una zona en la cual el río se separa y después se forma una tabla muy muy larga en la cuál yendo a pez visto vimos desde la orilla alguna pintona, imposible tentarlas sin que antes te vieran hasta de que marca es tu caña y si tus anzuelos son bl o si has aplastado la muerte, de verdad, insultante al mas minimísimo movimiento adiós, no se podían hacer grandes lances por la maleza y tampoco entrar al agua debido a que la corriente es nula.
Por encima de Tubilla el río se hace un hilo de agua y se cierra mucho más, volvemos a lo mismo, zonas espectaculares, y nula actividad. Así se suceden los siguientes tramos del río que se pega a la carretera en sus últimos metros, con su envidiable claridad y sus truchas no dispuestas se despide el rudrón, hasta seguro una próxima visita en periodos estivales en los que confío baje un poco mas templada el agua.